sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri: meditacion dia Martes

Rumor del día y de la noche, de un adentro y un afuera; alabanza abarcadora, revelación súbita que conquista el espíritu y te unge el corazón con el nombre.
Porque se alegrarán sus corazones, se gozarán en el Creador, como lo escribió Zacarías; o sea, desde las cenizas materiales te elevarás, y como reflejos de cristal purísimo te fundirás en el gayatri hasta ser un relámpago, una semilla que germina, un brote.
Porque si no entiendes desde el corazón, la base, el sustento, la raíz de este temblor que asombra, jamás podrás recuperar la ensoñación que te conduce a la celebración de gayatri.
En la alabanza de Gayatri nos despojamos de la piel.
Su Nombre y tu destino son como el comienzo del viento, del agua, del fuego devorador que se viste de silenciosa quietud.
Su Nombre no tiene equivalentes en nuestro lenguaje material aunque en la porfía del juego intelectual tracemos metáforas, Su Nombre señala la naturaleza de lo eterno, es respiración, soplo que nace y se expande desde el ombligo. Su Nombre es el origen perdido, el inicio de toda palabra y todas las palabras.
Su Nombre es como un altar donde debes sacrificar todas las palabras, hasta que se aquieten en la mente y adquieran el sonido susurrante de las aguas. Su Nombre viste al cosmos de sentido.
Desde la alabanza de Su Nombre descubres la conciencia del mandato escrito en Bereshit: no moriréis. La alabanza de Su Nombre en las veinticuatro silabas del gayatri, es desnudez eterna que te exige, invita, reclama.

Om bhur bhuvah svah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat

La celebración del gayatri es un intento para adentrar el corazón en las esferas celestiales; fuegos sagrados y vastos, agua y soplo, presencia divina del maestro, enseñanzas ocultas debajo del apego a los sentidos.
Tú celebras Su Nombre y Ella te responderá: Eres Mi Hijo.
Puente que permite despegar de la materialidad.

Om bhur bhuvah svah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat

La alabanza del gayatri encarna en la memoria de la sangre y si elevas los ojos, en los mundos que presientes a lo lejos lo podras comprobar. No hay espacios donde no puedas emplazarLa.
Las silabas de Su Nombre es una fogata sagrada, un altar que habita en el corazón y desde allí se expande en todas las direcciones, hacia el conjunto de los seres que habitan los cielos y la tierra.
¿Qué significan cielos y tierra, Nombre y destino? Es un lento transcurrir hacia la eternidad, de un caminar hacia casa, para disolverse en la sustancia primordial que hoy no puedes descifrar.
Todo signo material tiene su huella, ahí está la causa del sufrimiento, pero la visión de la gloria capacita al renacer de todo lo que oyes y todo lo que ves.
La alabanza de las silabas de Su Nombre es perceptible solamente al corazón pero vivifica y exalta toda la creación.
La alabanza de de las silabas de Su Nombre es la respuesta para el misterio de los misterios. Emana de tu propia respiración.
La alabanza del sagrado gayatri es el vestido sagrado: yo soy Tú, Tú eres yo.
Todas las preguntas y todas las respuestas caben en la silaba de Su Nombre.

Om bhur bhuvah Svah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat



La alabanza de Su Nombre es como el brillo de luz, es toda gracia, dicha inexpresable que se proyecta hacia los cielos y la tierra.
Todos los caminos se funden en Su Nombre, la experiencia final y suprema.

Om bhur bhuvah svah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat


En la alabanza de Su Nombre se aquieta el corazón, celebras el canto de la vida y de la magnífica oportunidad de saberte humano; disciernes lo esencial. Es tiempo de iluminación.
Su Nombre es inalterable y aunque haya cavidades sombrías registrarás el beneficio de la alabanza. Porque Ella lo prometió y Su promesa es eterna: El que Me busca, ése Me hallará.
No tiene otro camino que no sea la alabanza de Su Nombre, el conocimiento de uno mismo que se percibe cuando celebramos Su Nombre. Entonces tendrás entendimiento.

Los entendidos resplandecerán
como el resplandor
del firmamento.

Sólo hay conocimiento en y por el Nombre.
La finitud del yo y la eternidad del Tú son puntas de un mismo hilo; es el encuentro de verdores y miel.


Om bhur bhuvah savah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat

Oficiante del oficio circular y único, cántaro donde se derraman todas las bendiciones, fruto que se reparte a todos los desposeídos, canto de dicha, esto y mucho más, es tu yo cuando celebras el Nombre.


Om bhur bhuvah svah tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi dhio yo nah prachodaiat


Om shriim shriim shrii gayatriai namah
shanti shanti shanti.